Y aun no sé si de mi deseo serás dueño.

Desde aqui te miro. Tan dulce, tan callado..trabajando.

Yo, desde el otro lado del cristal no puedo dejar de imaginar lo que se viene:

Toco a tu puertas . Abres y allí estoy. No sospechas la dicha que me da que hayas sido tú y no tu jefe...¿como habría hecho para preguntarle por ti? Diría algo como "Buenas, necesito a ese chico de camiseta verde y jean azul que siempre me mira desde el cristal. Es seriote y pocas veces le veo sonreir. Mira bonito a través de sus lentes. Creo que se llama Javier, al menos eso me dijo en un sueño que tuve con él".

Estoy segura que se burlaría de mi y se daría cuenta de lo loca que estoy por ti.

Gracias al universo fuiste tú quien abrió "Hola, te llamas javier, cierto?". Dos opciones o dices "si" o dices "no". Eso no importa. Importa lo que viene. "¿Quieres hacer el amor conmigo?" Voy a jugar a que me das un "SI"...no puedo negarme a estar contigo desde ya. "¿En el baño?, respondes. Esto me empieza a gustar: hay más morbo en tu ser que sangre en tus venas y eso me encanta. Me tomas de la mano y me conduces al que va a ser testigo de nuestro placer desenfrenado. Te beso sin pausa, me acaricias con desenfreno. Siento que te apetecía estar conmigo tanto como a mi. Nos quitamos la ropa mientras cierro los ojos por dos segundos. Eras tal cual te recreaba mi deleite. Pones tus manos en mis nalgas, las aprietas y entras en mi. Cuanto me gusta estar así... siento como un corrientazo pasa por mi espalda.

Sonrío, me visto, me voy.

Me gustó tanto imaginarte que ya estoy a tu puerta, golpeo tres veces y sales "¿Te llamas Javier, cierto?" Ya sabes que la respuesta no importa.

Fotografía, Guthier...bendíto Guthier.